En Sopuerta (Bizkaia), aún se conservan los antiguos hornos de calcinación de la Mina Catalina donde se calentaba el mineral de hierro para quitarle el dióxido de carbono y el agua. Huellas del pasado minero de la localidad encartada que aún permanecen en pie.
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Es una pena que las instituciones no se preocupen por conservar el sitio, al final acabará cayendose y desaparecerá con ello una parte de nuestra historia.
Queda bien el toque envejecido que le has dado a la foto, el horno parece una cara riéndose 🙂