Mientras Iratxe y yo preparábamos el viaje a Yellowstone y Grand Teton del pasado otoño, crecían las ganas de ver un oso en libertad. Pero por toda la información que íbamos recopilando, esa posibilidad no parecía tarea fácil.
Veamos los datos que aparecen en la web oficial del parque sobre la población de osos que viven en el ecosistema de Yellowstone:
– Osos grizzly (Ursus arctos horribilis) de 280 a 610
– Osos negros (Ursus americanus) de 500 a 650
Si tenemos en cuenta que la extensión de Yellowstone es de 8.983 km², la posibilidad nos parecía bastante remota, pero también sabíamos que con la fauna, nunca se sabe.
20 DE SEPTIEMBRE DE 2012
A las 5:00 h. de la mañana sonaba el despertador. De cabeza a la ducha y a las 5:35 h. ya estábamos en ruta con un buen vaso de chocolate caliente para combatir los casi 3 grados bajo cero (-2,8 º C) que había en la zona de Hayden Valley.
Como cada mañana, recorrimos la zona para ver si había alguna posibilidad de fotografiar el amanecer. No hubo mucha suerte, así que seguimos la rutina habitual: colocar los teleobjetivos en las cámaras y llevar el equipo preparado por si aparecía algún animal.
El equipo siempre preparado (iPhone 4s)
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© Rafa Irusta
Eran las 8:20h de la mañana y seguíamos haciendo nuestro recorrido habitual, cuando al salir de una curva, nos encontramos un montón de coches aparcados en el arcén izquierdo. Es lo que llaman «bear jams» y se produce cuando alguien ve un animal y detiene su coche con intención de hacerle fotos. Los demás que vienen detrás y de frente hacen lo mismo y en ciertos casos se preparan unas aglomeraciones bastante importantes.
Este «bear jams» era de los grandes e incluso se habían desplazado varios Rangers (guardas del parque) para controlar el tráfico.
Aparcamos al final de la hilera de coches, y salimos con las cámaras comentando entre nosotros si sería un bisonte, un wapití (ciervo americano)… no tuvimos tiempo de decir mucho más. De repente, Iratxe me dijo: «Que viene, que viene» sin saber qué animal era, porque simplemente veía las ramas del bosque moverse.
Y ahí apareció de pronto. Buscando una vía de escape y tremendamente asustado, un enorme ejemplar de oso grizzly a 15 metros de nosotros!!! Tuvimos el tiempo justo de colocar la cámara frente a los ojos y disparar, antes de ver como escapaba por nuestra derecha.
La adrenalina y el ritmo cardíaco subieron en cuestión de segundos sin tener muy claro qué había pasado. Había sucedido todo tan rápido que nos había pillado completamente desprevenidos, sin esperarlo.
Habíamos tenido delante a un grizzly en nuestro primer encuentro con un oso en libertad, con la enorme fortuna de poder fotografiarlo!!!
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Canon EOS-1DX, 420mm (300mm f/2.8 IS+1.4x III), 1/200 seg, f/6.3, ISO 5000, Sandisk Extreme Pro CF 32GB
© Rafa Irusta
TODO EMPEZÓ EL DÍA ANTERIOR
Después de nuestro encuentro y ya más relajados, hablamos con uno de los rangers del parque y nos contó, que el día anterior un coche había chocado con un wapití (ciervo americano) y había quedado en la cuneta de la carretera. Parece que unas horas después, el oso había retirado el animal muerto y lo había escondido en el bosque con la intención de volver a alimentarse más tarde.
Un coyote atraído por la «carcasa»
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© Rafa Irusta
Alertados por los cuervos que sobrevolaban la zona y los coyotes que merodeaban buscando comida, varios fotógrafos ocuparon la zona frente a la «carcasa» (restos del animal muerto) a esperar que el oso regresara y poder fotografiarlo. Pero no tuvieron mucha suerte, ya que al ver el grupo de gente, el oso huyó a través del bosque, justo hacia el punto donde estábamos nosotros. Una suerte enorme poder ver y fotografiar un oso grizzly en plena naturaleza. Algo digno de recordar.
Un grupo de fotógrafos esperando la llegada del «grizzly»
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© Rafa Irusta
Algunos fotógrafos buscan «asiento en primera fila»
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© Rafa Irusta
Oskar M.
Aupa Rafa,
nosotros también tuvimos la suerte de que un Grizzly se cruzara en nuestro camino, aunque en nuestro caso fue en Grand Teton. La verdad es que fue una experiencia increíble.
Buena foto del oso, por cierto !!!
Saludos,
Rafa
Aupa Oskar, sin duda verlos en libertad es algo difícil de explicar con palabras 🙂
Gracias y un saludo!!
Ernesto Mirabal González
Fotógrafos y aventureros!! Felicidades por haber «cazado» esa belleza de oso. Saludos
Daniel Arenas
Te tengo que confesar que este tipo de entradas tuyas con curiosidades y que nos muestras hasta el equipo preparado me parecen feescas y me gustan mucho.
Seguro que tras el subidón inicial de adrenalina y habiendo visto la foto obtenida se te quedó la sonrisilla en la boca todo el día y si no ya nos lo dirá Iratxe!
Por cierto otras entradas que también me gustan mucho, ya puestos a contarlo todo, es cuando no explicas como planificas los viajes (en que libros y fotógrafos te fijas…) esos y los que tienen que ver con temas informático-fotográficos. No me olvido de las espectaculares fotos por supuesto pero las otras entradas me parecen muy frescas e interesantes.
Un abrazo!
Daniel Arenas
He dicho «cuando no explicas» y quería decir «cuando NOS explicas».
Ahora releyendo el comentario me he dado cuenta.
Rafa Irusta
Gracias Daniel 🙂