Durante el viaje a Islandia estuvimos alojados en 4 casas diferentes para evitar estar moviendo maletas cada día. La llegada a la casa de la zona de los fiordos del Este fue la más complicada de todas, debido a las condiciones metereológicas y a la distancia que nos separaba.
A las 7 h de la mañana salimos de Hella (nuestro anterior alojamiento) dispuestos a cubrir los 490 km que teníamos por delante. De camino, fuimos parando hasta llegar a la Laguna Glaciar Jokulsarlon donde estuvimos disfrutando toda la tarde hasta las 19:00h., hora de emprender ruta de nuevo hacia nuestro destino: Háaleiti, cerca de Breiddalsvik.
Se hizo de noche y la lluvia fue cogiendo fuerza mientras recorríamos las carreteras de los fiordos del Este. El tiempo iba empeorando y las horas pasaban cuando por fin llegamos a Breiddalsvik, un pequeño pueblo que debía marcar la referencia para buscar la carretera por la que desviarnos en busca de la casa. Aún tuvimos que recorrer unos 12 km más, sin saber muy bien si era el camino correcto, ya que obviamente en esa zona rural no había iluminación y apenas indicaciones.
Eran casi las 12 de la noche cuando vimos a lo lejos, una pequeña luz que nos sirvió como última referencia. Realmente, la casa de madera bajo la lluvia en aquel remoto lugar parecía el decorado perfecto para una película de terror de serie B con presencia de «trolls» incluida . La odisea llegaba a su fin pasando la medianoche y sólo tuvimos fuerzas para bajar las maletas y descansar hasta la mañana siguiente.
El amanecer nos ofreció una perspectiva más amplia del lugar donde pasamos los siguientes 4 días.
Clic sobre la imagen para ampliarla
Canon 1Ds MkIII, 28 mm, 1/2 seg, f/22, ISO 100, trípode
Clic sobre la imagen para ampliarla
Canon 1Ds MkIII, 24 mm, 1/5 seg, f/16, ISO 100, trípode
Dage
Hola Rafa,
Nosotros nos pasamos todo el viaje en hoteles excepto en Húsavik que estuvimos en un cottage (casita de madera pequeña) y en Akureyri que dormimos en una granja.
No sé en vuestro caso pero en el nuestro los precios eran muy parejos a la de los hoteles e incluso a veces en los hoteles eran algo más baratos, sobretodo si eran de estos reconvertidos. Con lo que trampeábamos con los precios para más o menos conseguir el mismo presupuesto y tener algo más de comodidades como desayuno y que no tenías que preocuparte de la habitación.
Rafa
Hola Dani
Nosotros, precisamente no queríamos hoteles por nuestros horarios. Levantándonos a las 5,30h de la madrugada y estando en ruta como muy tarde a las 7h, en un hotel no habríamos podido disfrutar del desayuno.
Nosotros optamos por casas indiviaduales totalmente equipadas y ubicadas fuera de núcleos muy poblados. La verdad es que es un sistema que nos gusta más que los hoteles y para futuros viajes vamos a seguir con este método.