Se estaba haciendo tarde. Iba camino de la localización y veía como se empezaban a teñir de color las nubes. Rápidamente cargué la mochila a la espalda y empecé a caminar con paso ligero, mientras desplegaba las patas del trípode para optimizar el tiempo al máximo. No pude entretenerme demasiado buscando el punto ideal, aunque finalmente elegí una zona que me permitió fotografiar ambos lados del valle.
Aunque el espectáculo no duró mucho, la Naturaleza me regaló unos estupendos colores aquella mañana de enero.
Clic sobre la imagen para ampliarCanon EOS-1DX, TS-E 24mm f/3.5 L II, 8 seg, f/11, ISO 100, Polarizador, GND 0.6, Sandisk Extreme Pro CF 32GB
© Rafa Irusta Clic sobre la imagen para ampliar
Canon EOS-1DX, TS-E 24mm f/3.5 L II, 10 seg, f/11, ISO 100, Polarizador, GND 0.6, Sandisk Extreme Pro CF 32GB
© Rafa Irusta
Me encanta la primera, te ha quedado preciosa
Gracias Iratxe 😉
Vaya tensión, la noche antes de salir a un amanecer suelo tener esta pesadilla, el cielo se pone impresionante y yo estoy de camino a la localización. La primera es una fotaza, a pesar de la falta de tiempo pillaste las nubes en su punto.
Esa pesadilla también la he tenido alguna vez Pablo 🙂 Gracias por tu comentario!!!
Maravillosas!! Cuánto me gustaría tener tiempo para viajar y encontrarme lugares así!! Saludos
Gracias Ernesto 🙂
Pues la verdad es que no sé con cual quedarme, creo que la primera, aunque la segunda, con esos colores rosáceos cual algodón de azucar también tiene su encanto. Sea cual sea, muy buenas fotos las dos 😉
Gracias!!
Muy buenas…me quedo con la primera,un cielo precioso y la rama del primer plano le da una profundidad excelente.saludos
Gracias!!